Laura Bleger
Ayer lloré a mi padre
desde última sal
( no hubo fuego posible).
Se fue
como se van los pájaros
iracundos de sueños.
A Fernando Pessoa
Tu sueño pesado
de dolidos barcos quietos
melancólicamente verticales
a tu pesar
me va inundando
como la densa marea sucia
después de una tormenta
quejumbrosa y triste
Tu puerta henchida por la lluvia
de tanto atardecer
humedecido
no chirrió, entonces
al abrirse
al ver tu vida acurrucada
sobre una hoja antigua
al asomarme a tu séptima noche
de fe sin luna.
Vine a traerte
entre mi corazón y mis labios
no sólo el recuerdo,
la promesa
de que nunca más
habrá un último día
de un último siglo
de nuestro amor.
Ver lo invisible
A Federico
El viento que arreció en mi triste ventana
toda la noche
y lastimó las hojas rojas.
Verte.
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