X
Ay, dolor, la muerte no es única.
He muerto tantas veces bajo las estrellas.
He abierto mis piernas,
sola como el destino,
para el grito de un niño.
Pero ya no es mi turno.
Amor, amor, mi vida no es una.
Aúllo uniéndome a los otros.
Remiendo mis costuras todas las tardes
y a veces soy Jane Eyre
y a veces Livia.
Simplemente me opongo
a representar un personaje.
Quiero ventanas dentro de ventanas,
y la luz de todos los siglos
cayendo sobre mis manos,
antes de la oscuridad.
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