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Me he vuelto tan delgada como mi sombra
e igual de salvaje.
(nunca fuí un país guarnecido)
El aire viaja por mundos demasiado antiguos
para mis ojos.
Capa por capa, aprendo a deslizar mis dedos
sobre los objetos cercanos
con la ternura de una arqueóloga.
La oportunidad de ver el sello de la luna
en una vasija muda,
de llenar los vacíos de interpretación
de acuerdo a las premoniciones del alba:
esa luz indecisa donde todo es posible:
Hasta recomenzar.
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