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En este teatro de reparaciones mi mundo
se distancia del mundo para verte partir.
"Oigo que nombran la vida"
con reverencia natural, y casi todos los días
cubren algún rostro ceniciento con una
sábana zurcida y el sigilo de cacería mayor.
Hombre fuerte una vez, tu corazón de humo
habla todo el tiempo de mi tiempo.
(habla a mi tiempo.)
Me quedaré con nuestra colección de monedas
y tus zapatos enormes, vacíos para siempre
de tus pies y tus sospechas,
en esta tierra triste y extraña: fábula
de fábula.
Notas:
"Oigo que nombran la vida": Paul Celan
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